Doña Carmen es un ejemplo de los miles de cuidadores de personas con discapacidad, quienes logran superar sus límites gracias al apoyo que ofrece la Secretaría Distrital de Integración Social."La historia de nosotras nace cuando Laurita cumplió sus 18 años y yo me pregunté, ¿en qué se va emplear? Entonces nació la idea y con mi hija creamos un proyecto de emprendimiento que se llama ´Manitas achocolatadas´. Es una empresa que fabricamos y comercializamos chocolates artesanales, pero, ¿cómo lo hacemos?, yo soy la mano de obra quien hace los chocolates, pero mi hija como gerente lo hace súper bien vendiendo sus productos en cabinas telefónicas, restaurantes y eventos especiales", expresó María del Carmen.Durante este tiempo de trabajo y esfuerzo, doña María del Carmen, una bogotana de la localidad de Barrios Unidos habla con sabiduría y experiencia la importancia de luchar por los sueños.
"Si, no ha sido fácil, nada en la vida es fácil, pero tampoco imposible y con la ayuda de Laurita, una mujer soñadora, luchadora, con una fortaleza enorme que me transmite muchísima energía que me motiva todos los días a seguir adelante y luchar por las dos", concluyó doña María del Carmen.Como el chocolate, dulce y relleno de muchos sabores de la vida, doña Carmenza, habla como cuidadora y madre de Laura, el otro lado de endulzar y llevar un mensaje a sus compradores con su producto."El chocolate también tiene como el mensaje de endulzar la vida, uno cuando tiene tropiezos o inconvenientes, uno disfruta de un chocolate y le cambia el estado de ánimo", aseguró María.Por otro lado, historias como la María del Carmen y Laura, son un ejemplo de los buenos casos de beneficiarios que atiende la Secretaría Distrital de Integración Social a través del proyecto ´Por una Ciudad Incluyente y Sin Barreras´, logrando que 1.434 personas fueran incluidas en sectores productivos (848), y educativo (586). Lo anterior se logró con 126 empresas privadas aliadas y 262 instituciones educativas públicas y privadas.Además, la Secretaría abrió el Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS), donde ya 370 personas recibieron formación en 26 cursos, que les brindan herramientas laborales y formativas.Continuando para los amantes del buen chocolate hecho con amor y mucha inclusión, doña María del Carmen socializó los diferentes tipos de producto que elabora."Nosotras fabricamos colombinas de chocolate blanco, truchas deliciosas, masmelos como para chuparse los dedos ya que los cubrimos con chocolate. También trabajamos la fruta recubierta que es muy deliciosa y combina perfectamente a cualquier hora del día. Así mismo trabajamos la uva chilena y para diciembre sacamos las anchetas navideñas que son un hit para la gente en una fecha tan especial", dijo María del Carmen.Finalmente doña María del Carmen narró su experiencia de cómo creció su negocio durante estos años y envió un mensaje a los ciudadanos en especial a las personas con discapacidad y cuidadores."Hoy en día y gracias al proyecto estamos también capacitando a unas mamitas y cuidadoras en la fabricación de estos chocolates que se hacen en horas de la noche, donde hacemos un promedio de mil o dos mil chocolates. Son experiencias muy bonitas donde le digo a las mamitas y cuidadores que crean en el talento de las personas con discapacidad, pues ellas tienen muchas experiencias y sabiduría que enseñarnos", concluyó María del Carmen con una sonrisa dulce como sus chocolates.
María del Carmen siempre buscó la forma de aprender junto a su hija y por eso aprovechó los programas de la Secretaría de Integración Social en la localidad de Barrios Unidos. Como cuidadora, decidió formarse en todos los talleres que se ofrecían en articulación con el SENA, tales como manualidades con materiales reciclados, chocolatería, muñecos de navidad, entre otros.
"Además de hacer entrega de apoyo alimentario, la gestión del proyecto es enlazar a las personas con discapacidad y sus cuidadores con estrategias de gestión comunitarias en entornos educativos, recreativos, productivos", destaca Ivonne Messier, líder del proyecto 'Por una Ciudad Incluyente y Sin Barreras' de la Subdirección local de Barrios Unidos.
"Cuando Laura cumplió 18 años me preguntaba cómo se iba a emplear o dónde la iban a recibir por su discapacidad múltiple, porque depende en un 100% de mí como cuidadora. Pero pensé que mi hija tenía los mismos derechos para ejercer laboralmente y de tener alternativas como cualquier otra persona", menciona María del Carmen.
María probó con las empanadas, pero se decidió por los chocolates por consejo de una vecina. Aprovechó lo que había aprendido con los cursos de la Secretaría y contó con el apoyo de su proyecto de emprendimiento con entidades como el IPES, Ministerio del Interior, Cámara de Comercio de Bogotá, entre otras empresas que le brindaron espacios para ofrecer sus productos en diferentes ferias.'Tienda sin Barreras' el delicioso sabor del chocolate
Con 28 años, Laura Ximena, dirige su propia empresa. Cuenta con el apoyo de su madre, quien es su representante y cocinera en 'Manitas Achocolatadas', como se llama el emprendimiento con el que ha logrado abrir puertas a otros emprendimientos de madres cuidadoras de personas con discapacidad.
El año pasado Laura participó en una convocatoria de la Fundación QUBO y la Unidad para las Victimas con Jóvenes Empresarios. De 120 emprendimientos de jóvenes entre 17 y 27 años de edad, 20 fueron seleccionados. Y ahí estaba Laura Ximena.
Los clasificados recibieron capacitación y las herramientas necesarias para presentar un proyecto innovador, sostenible y amigable con el medio ambiente. Laura trabajó en equipo con otra joven, con quien decidió resaltar la labor de los cuidadores de las personas con discapacidad.
Elaboraron el proyecto 'Empoderando Madres Cuidadoras' mediante el desarrollo de la 'Tienda Sin Barreras',donde otras cuidadoras pueden ofrecer sus productos e iniciativas para generar recursos y avanzar con sus hijos con múltiples discapacidades.
El proyecto obtuvo el primer puesto y su propósito es crear un punto físico donde otras madres cuidadoras tengan la oportunidad de ofrecer sus productos. Esta será la meta para cuando la pandemia haya bajado su alerta. Por estos días de aislamiento, las ventas se han bajado y Laura debe cuidarse mucho más. Pero ahí está su madre, su líder y cuidadora, siempre atenta de su protección.